macizos

macizos

miércoles, 2 de mayo de 2012

Capítulo 18


<

Adrián se levanta alterado:
--¡¡la obsesión por ese tipo que sólo se quiere divertir contigo te tiene mal¡ ¿¿para esta tontería me molestas?
--¡¡siéntate¡ --ordena Juan Cruz.
Adrián no le hace caso.
--¡¡que te sientes¡ ¡¡te pagaré lo que me pidas¡
Adrián se vuelve a sentar. Mira a su hermano muy nervioso. Habla flojito. No es cuestión que toda la cafetería se entere de lo que hablan.
--Yo en mi vida me he acostado con un hombre. No creo que pueda y en todo caso tampoco  quiero. Ni por todo el dinero del mundo.
Él le muestra un cheque. A Adrián le brillan los ojos:
--bueno yo… --balbucea.
--tranquilo. No tendrás que echar un polvo con él. Sólo que el novio lo crea.
Adrián sonríe maquiavélicamente:
--esto es un hecho.
Juan Cruz está satisfecho. Está seguro que su plan saldrá bien.

Juan Cruz con su hermano siguen a Pablo y a Félix. Los siguen con una cámara. Son muy cariñosos el uno con el otro. Adrián saca les fotos.
--¡¡no se besan¡ ¡¡no se besan¡ --Juan.
Pero están muy cerca.
--No importa –Adrián-- no me será difícil hacer el montaje.
--¿estás seguro?
--Tú confía en mí.
El siguiente paso es sacar unas fotos parecidas pero con Adrián que usa como pareja a su chica para que su expresión de deseo sea más natural. Es Juan Cruz el que hace las fotos. Después de un trabajo en photoshop el resultado es unas fotos en la que Pablo y Adrián se están besando. Juan Cruz salta de alegría y besa a su hermano:
--¡¡te quiero. Te quiero.¡
Adrián sonríe orgulloso. Le gusta que las cosas salgan bien. Juan Cruz no se hace esperar y esa misma tarde deja un sobre con esas fotos en el departamento de Félix. En la noche cuando éste llega de lo encuentra, lo han pasado bajo la puerta. Lleva sólo su nombre. Lo abre sin demasiado interés. Con letras de periódico hay escrito:
--todos saben menos tú que Pablo es una puta maricona.
Se queda helado al ver las fotos que prueban el idilio.



Félix no piensa en nada. Como un loco va al departamento de Pablo. Toca la puerta. Los dos amigos ya están por acostarse y tardan en abrir. Félix golpea y golpea.
--¡¡Pablo, abre¡ ¡¡abre inmediatamente¡
Está dispuesto a tirar la puerta abajo. Mariano es el que abre. Va en calzoncillos.
--¿¿¡qué pasa??¡
Félix le da un empujón y entra en el departamento. Está furioso. Pablo sale sofocado. Se envuelve en la sábana porqué ya se había quitado toda  la ropa.
--¿¿¡es que te has vuelto loco?¡
Félix le tira las fotos a la cara:
--¡¡explícamelo¡¡
Pablo no da crédito a lo que ve.
--¿¡de dónde has sacado esto?
Félix zarandea a Pablo:
--¡¡eso no importa¡ ¡¡Esta ropa te lo compraste conmigo¡ ¿¿quién es este tipo con el que me engañas?¡
Mariano ve a Félix demasiado violento y trata de calmarlo:
--¡¡no trates así a mi amigo. Yo te juro que nada de esto es cierto¡¡
Félix se lleva las manos a la cabeza. Está enloquecido por la rabia.
--¡¡yo lo que quiero es que alguien me explique lo que está pasando¡
A Pablo le duele mucho que  esté dudando de él, que se presente a su casa gritando de esa manera. Lo bofetea. Félix se queda casi en shock. Cualquier cosa se esperaba menos eso. Ya no grita, ya no hace nada. Pablo dice:
--¡¡los fotos no significan nada¡ ¡¡evidentemente estas fotos están trucadas¡
Félix ya está más calmado. Habla en un tono más sosegado:
--¿y porqué alguien haría esto?
Pablo habla molesto. Le duele que él haya desconfiado:
--¡¡Juan Cruz está dispuesto a lo que sea por hacerme la vida de cuadritos¡
--Yo no creo que Juan Cruz esté tan loco como para pedir a un tipo que se preste a ese juego.
--¿¿ni siquiera a su hermano? --le reprocha él.
Félix se queda desconcertado.
--¿en serio crees que yo iba a tener algo con el hermano de mi peor enemigo? ¡¡sólo un tonto pensaría eso¡
Félix agarra la onda pero aunque se da cuenta que él tiene razón no puede evitar que los celos lo atormenten.
--igual todo esto es muy raro.
A Pablo le da mucha rabia que Félix no crea en él.
--¡¡veo que Juan Cruz ha vencido¡ ¡¡eres más imbécil de lo que creí¡ ¡¡vete y no vuelvas. No quiero verte más¡
Pablo se va al cuarto molesto. Félix lo quiere seguir desesperado:
--¡¡Pablo, espera¡
Mariano le agarra del brazo:
--no estropees los cosas. Espera a mañana.
--¡¡no puedo esperar a mañana¡ ¡¡tenemos que aclarar esto ahora¡
--Aquí no quedó nada por aclarar. Pablo es el hombre más bueno del mundo y tú eres un imbécil¡ ¡¡vete¡¡
A Félix le duele que tanto Pablo como Mariano lo traten feo. Quisiera estar cien por cien seguro de la inocencia del hombre pero no puede. Se acaricia el pelo desesperado:
--¿¡¡porqué nadie se pone en mi piel?
Mariano lo suelta y le abre la puerta invitándolo a salir:
--¡¡entras en nuestra casa a los gritos y de noche¡¡ ¡¡no puedes exigir nada¡
Félix aprovecha que Mariano se ha apartado de él para meterse en la habitación de Pablo.
--¡¡oye, oye¡¡ --Mariano que no se esperaba esa jugada.
Félix entra en la habitación de Pablo. Ésta está sobre la cama llorando. Mariano entra en esos momentos.
--lo siento amigo. Esta basura se me coló.
Pablo se seca las lágrimas. Mira a los dos:
--no te preocupes. Yo me encargo de eso.
Cuando los dos están a solos, Félix le dice desesperado:
--¡¡Yo estoy viviendo algo bonito contigo y no estoy acostumbrado a este tipo de maquinaciones¡¡
Pablo se levanta de la cama  y se enfrenta a él:
--Yo creí en ti cuando tú me dijiste que no pasó nada con Juan Cruz.
--No me viste besándome con él --le reprocha él.
--¡¡ni tú a mí tampoco¡ ¡¡por favor, razona. Estamos todo el día juntos¡¡ ¿¿cuando se supone que lo veo? --Pablo muy ofendido.
Félix se da cuenta que Pablo tiene razón pero le ha herido mucho esas fotos.
--Si es cierto que no tienes nada con otro. Demuéstramelo. --dice Félix con cara de depravado.
--¿¿cómo?
Félix se acerca a Pablo con mirada libidinosa mientras se va sacando la camisa. Pablo lo bofetea.
--¡¡así no¡
--El sexo no tiene nada de malo si es que no tienes a nadie --le reclama Félix.
Del sofoco, a Pablo se le cae la sábana y queda desnudo ante Félix que lo mira con deseo. Pablo se tapa los genitales con pudor. A Félix le excita mucho.
--me gustas mucho, no me digas que no. No después de haberte visto en bolas.
Pablo lo mira muy dolido. Félix está excitado por la situación pero Pablo está incómodo y no saca las manos de sus genitales pese a que Félix ya se los ha visto. A Félix le gusta que le dé vergüenza mostrarse desnudo ante él.
--creí que eras especial pero me doy cuenta que eres una basura como todos los hombres. Como Martín.
Por lo poco que sabe del tal Martín Félix se toma esa comparación como un insulto.
--¡¡a mí no me compares con esa basura¡ --dice Félix molesto.
--Es que eres igual que él. Pareces su hermano.



No hay comentarios:

Publicar un comentario