macizos

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martes, 10 de abril de 2012

Capitulo 2


Mariano hace un poco de abogado del diablo pero lo único que quiere es ayudar a su amigo.
--bueno pero eso no lo pensaste como te metiste en su cama --le dice irónico.
--Estaba borracho --se justifica.
Mariano sonríe:
--a mí no me vengas con eso. No es cierto. Sabías lo que hacías.
Pablo se ruboriza:
--me dejé llevar por el despecho. Nada más. Lo hice para molestar a Martín. Si lo llego a saber…
--Yo creo que se te quitaría un poco la mala fama que se te ha echado si le das una oportunidad.. No te cuesta nada intentarlo.
--¡que no¡ ¡¡qué manía¡ ¡¡si te gusta te lo quedas¡
--Oye que a mi no me gustan los hombres y lo sabes, pero si yo fuera gay sí le daría una oportunidad. Yo que te conozco como a nadie, que eres como mi hermano, creo que te puede hacer feliz.
Pero Pablo siente demasiado odio:
--Martín me ha hecho demasiado daño y el odio que siento por él salpica a toda su familia ¡¡jamás tendría nada con uno de ellos jamás.¡ ¡¡eso lo juro por mi vida si es preciso¡¡ ¡Que me pase lo peor si algún día quiero algo en serio con alguien de esa familia¡
Pablo hace ese juramento llevado por lo rabia. Por el dolor.
--No digas esas cosas. Yo creo que Alberto te haría feliz. Ojalá alguna chica hiciera por mi todo lo que eso chico hace por ti.
--Sí, no tenemos suerte en el amor.
--eso yo que soy especialista en mujeres que sólo buscan sexo. No sé debo llevarlo escrito en la cara o debo ser muy pesado porque ninguna repite.
Pablo acaricia lo mano de su amigo fraternalmente:
--Las chicas están locas.
--Sí, suerte que tienes tú que eres gay.
Pablo ríe. Mariano tiene lo facultad de hacer reír a amigo cuando está triste pero es apenas un espejismo. En seguida el dolor vuelve a su vida.
--¡jamás le haré caso al hermano de Martín y si no fuera por mi trabajo hasta me iría de lo ciudad para no arriesgar a encontrarme con nadie de esa maldita familia¡
--bueno tampoco hace falta que exageres.
Lo conversación de los dos amigos es interrumpida por música de mariachi.
--¿¿a quién le traerán mariachi? Suena muy cerca --Pablo.
-- ojalá fuera para mí¡¡ Alguna chica puede querer darme lo sorpresa algún día--dice Mariano resignado.
De repente los dos amigos se miran.
--¡¡no puede ser¡
--¡¡es genial¡ ¡te lo dije, ese tipo te conviene¡--Mariano.
Pablo está muy molesto. Los dos van hacia lo ventana. Pablo se desespera.
--¡¡no puede ser¡ ¡¡ahora será más difícil convencer a lo gente que no anduve con él¡
Alberto está abajo con un ramo de rosas y un grupo de mariachis. Muy enamorado. Muy ilusionado. Pablo se aparta de la ventana.
--¡¡está loco, está loco¡
Mariano se queda en lo ventana:
--Lástima que no sea una chica, sino me lo quedaba yo.
Alberto espera en lo calle, está seguro que ahora sí se le va a dar. Lo espera se le está haciendo eterna. Mariano no deja de mirarlo. Pablo está quieto.
--¡¡¿es que no piensas salir?¡
--ni loco. ¡Ya se cansará¡
--no le puedes hacer esto.
Alberto no tiene prisas. Mira hacia el balcón. Está dispuesto a seguir toda lo noche hasta que su amado lo acepte. Mariano sigue pegado a los cristales divertido. Pablo muy apartado.
--¿¿¡es que no se va a cansar nunca??¡
--Yo creo que confía en que le des el sí ni que sea por pesado.
Pablo está desesperado. Mariano se muestra divertido.
--¡no te rías¡
--No es para tanto –Mariano divertido—a mi no me pasan estas cosas, que suerte que tenéis los gays.
Los mariachis no dejan de tocar. Están algo hartos al igual que los vecinos pero Alberto sigue y sigue.
--¡¡les pagaré lo que sea¡
Alberto no deja de mirar al balcón de su amado:
--¡tiene que salir, tiene que salir.¡¡
No le importa los gritos de los vecinos:
--¡¡cállate, maricón¡ ¡tu novio no va a salir¡¡
A Alberto no le importa nada si al final consigue el amor de Pablo. Éste está desesperado.
--¡¡que se calle¡ --grita Pablo desde su casa.
Mariano se ha cansado de mirar.
--amigo tienes que hacer algo. Sal aunque sea para decirle que se vaya.
Pablo está muy nervioso:
--¡es que ese lo que quiere es que salga aunque sea para despreciarlo y no me vencerá¡
Cada vez son más las voces de los vecinos que se quejan.
--Se nos van a caer encima todos los vecinos.
--¡¡pues que llamen a lo policía para que se lo lleven¡
Aunque le da pena, Mariano dice:
--a lo mejor no sería mala idea porque este pobre es capaz de pasarse lo noche aquí.
--No, no. La policía no porque es capaz de dejarse matar. No quiero llevar su muerte en mi consciencia.
--¿entonces vas a salir?
Pablo va a lo cocina. Llena un cubo de agua.
--No amigo ¡no hagas esto¡
Pablo va hacia lo ventana con su cubo.
--¡¡debí hacerlo antes.¡ ¡¡a ver si con el agua se le pasa lo tontería¡
Alberto se emociona al ver que se abre lo ventana:
--lo sabía, lo sabía.
Espera a su amado feliz. Ya se imagina que esa noche lo pasará en sus brazos y que nunca más se volverán a separar. Todo es muy rápido. Pablo sólo se asoma lo justo para tirar el agua sobre Alberto Luego le tira el cubo que le golpea en el brazo.
--lástima, no encesté --dice Pablo con ironía.
Mariano lo mira molesto:
--vale que le tiraras agua pero ¿y el cubo también? No hacía falta humillarlo tanto.
--¡a ver si me odia y me deja de molestar¡
Alberto se ha quedado abatido. Muy triste. Los mariachis se van retirando. Alberto se queda ahí, de pie. Mirando esa ventana muy triste. El último mariachi lo mira con pena:
--vayase señor. Su ex debe estar muy enfadado con usted. No va a salir.
Por el rostro de Alberto empieza a deslizar lágrimas:
--me tiene que perdonar. Me tiene que perdonar.
Se acaba quedando solo y muy triste. Mariano lo mira con compasión:
--¿no te da pena, el pobrecito? capaz y se queda toda lo noche.
--¡¡pues bajas tú y te lo llevas a un motel¡ --dice Pablo molesto.
--allá tú, yo sólo quería ayudarte.
Pablo apaga lo luz del comedor.
--¡¡se acabó el espectáculo.¡ ¡¡a dormir.¡
Al ver que las luces se apagan, Alberto deja los flores que le llevaba en el portal y se va.


Pablo está dormido. Tiene un sueño. Está en un museo. Ve una escultura muy bella de un hombre perfecto desnudo. Todo un adonis. Se repente lo estatua cobra vida. Es un hombre bellísimo de pelo algo largo, despeinado. Lo mira con unos ojos muy intensos (ojos verdes con una mezcla de marrón). Se acerca a él y se besan. Sus figuras se unen en una sola.
Pablo se despierta muy sofocado. Durante el desayuno le comenta el sueño a su amigo:
--que quiere decir mi sueño?
--vas a conocer al hombre de tus sueños.
No recuerda bien el rostro de ese hombre pero sí su presencia. A Pablo le excita mucho pensar en ese hombre como el hombre de sus sueños

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