Capítulo 22

Juan Cruz no esperaba las palabras de Félix que se va corriendo. Juan Cruz sabe que va hacia Pablo.

--¡¡maldito sea¡

Llama con desesperación a Alberto pero éste no le toma la llamada.

--¡¡que esté con él¡ ¡¡que esté con él¡

Pablo se ha dejado llevar por la rabia y ha besado a Alberto, luego se aparta de él. Alberto lo mira feliz.

--¡¡me besaste. Me besaste¡

--¡¡ya vete. No te quiero volver a ver¡

Alberto trata de acariciarlo pero él lo aparta de un empujón:

--¡¡que me dejes en paz¡

Alberto lo mira sonriente:

--no sé qué te pasa pero ahora sé que me amas.

Alberto se va feliz saboreando el beso que le  ha dado Pablo. Pablo está molesto con él mismo.

--¡¡como pude¡ ¡¡aunque sienta mucha bronca con Félix, con él no ¡con alguien de esa maldita familia no¡

Justo en el momento que el auto de Alberto gira la calle Félix llega corriendo. Sonríe al ver a Pablo aún en el mismo sitio en el que lo dejó. A Pablo le sorprende verlo llegar corriendo, casi al instante de haberlo dejado. Félix lo abraza.

--¡perdóname¡ ¡¡perdóname¡

Pablo está muy sorprendido. No hace nada. Félix lo besa.
--te amo --dice Félix.
Pablo está como en shock pero se funde con él en un cálido beso.

Pablo y Félix se están besando apasionadamente. Mientras Alberto se deja llevar por un impulso y decide dar media vuelta. Félix no se cansa de decir a Pablo lo ama y le pide perdón.

--Todo fue una trampa. Sé que fue una trampa de Juan Cruz.

Pablo está feliz por estar con Félix pero le duele que haya dudado de él:

--Nunca debiste dudarlo.

Félix lo tiene abrazado. No lo quiere soltar. No lo quiere perder.

--sé que me porté como un patán pero ¡¡te vi besándolo¡

Pablo le da un pequeño empujón:

--¿¿¡me seguiste??

Félix lo mira asustado. No quiere estar enojado con él. Quiere vivir lo que están sintiendo desde que se conocieron con intensidad y sin perder ni un sólo instante. Se acaricia la melena para calmarse:

--Mi amor, tenía que estar seguro que no me engañabas.

Pablo lo mira con dolor:

--Yo no lo habría dudado.

Félix acaricia la cintura de su amado:

--¿y tú no has creído que yo no tuviera nada con Juan Cruz? --pregunta con ironía.

Pablo lo fulmina con la mirada:

--¡¡te acostaste con él¡

Félix lo besa en la mano dulcemente.

--¡te juro que no, lo dije sólo para fastidiarte¡

--¡¡pues él no decía lo contrario. Bien que te tocó¡¡

A Félix hasta le hace gracia que Pablo le reproche su falta de confianza y ahora sea él quien no crea en él. Pablo vuelve a girarse. Le da la espalda y Félix lo acaricia, le habla con dulzura.

--Pablo, si logró que yo creyera que su hermano es tu amante ¿¿de qué te extrañas?

Pablo lo vuelve a mirar:

--en serio no tienes nada con él?

--Te lo juro.

Pablo no sabe si creer en él.

--en todo caso eres un hombre libre –dudoso, celoso.

Félix le pone las dos manos en las mejillas:

--lo dices en serio? –Félix.

Pablo escupe su odio:

--¡te podría perdonar cualquiera menos Juan Cruz¡ ¡¡Juan Cruz no¡

Félix lo mira tan dulcemente que lo desarma:

--¿qué te parece si olvidamos las desconfianzas? ¿quieres ser mi novio? Ahora sí ni tú miras a otro ni yo a otro.

Pablo lo abraza:

--está bien.

Félix lo nota algo frío. No es como pensó que iniciara su noviazgo.

--Así ¿nada más? No me vas a decir...

Pablo lo calla con un beso:

--No me hagas pensar. Sólo quiero sentir.

Félix lo rodea con sus brazos. Está feliz por tenerlo de nuevo pero siente que le ha fallado. Siente que Pablo  está triste porque ha desconfiado de él. Están a punto de besarse pero Pablo se aparta un poco de él y dice:

--¿en serio no tienes nada con Juan Cruz?

Félix sonríe seductor. Estrecha bien fuerte a Pablo contra su pecho:

--Antes me mato que tener nada con un hombre que te ha hecho tanto daño.

Félix no siente que Pablo confíe en él. Siente que algo en ellos se ha roto, ha cambiado. Los dos lo sienten igual y aunque les duele no quieren separarse, les gusta estar juntos.

Mariana ha visto a la pareja besándose y para evitar que Alberto les estropee el momento se tira encima del auto de Alberto justo cuando él va a entrar en la calle. Alberto para en seco. Está a punto de atropellarla.

--¿¿estás loca? ¡¡cómo cruzas así?

--¡¡perdón no te vi¡

Alberto tiene prisas en que él se vaya pero Mariana nada que se va.

Félix y Pablo caminan abrazados hacia el auto del primero.

--porqué no crees en mí? Siento que aún tiene dudas.

Pablo  no quiere dudar en él, quiere volver a sentirlo como el hombre de sus sueños.

--como creer en ti? Sabes manejar.

Félix sonríe con cara de bueno:

--fue una travesura. Era la excusa ideal para que estuvieras siempre a mi lado --dice Félix sonriendo dulcemente.

--y ahora?

--igual pero al revés. Te llevaré yo ¿quieres? --dice  guiñándole el ojo.

--si quiero.

Pablo lo mira con deseo. Cierra los ojos y siente el cuerpo de Félix, sus cuerpos se atraen.

Alberto toca el claxon.

--¡¡ya largo¡ ¡¡tengo prisa¡

Pero Mariana nada que se quita de en medio.
--¡¿¿es que no te enseñaron modales??¡

Alberto está desesperado.

Adrián sale desnudo de la cama. Una chica está en él. Contesta a su hermano.

--¿¿qué quieres?

Juan Cruz está desesperado.

--¡se arreglaron¡ ¡¡tienes que hacer algo¡ ¡

Adrián mira a su acompañante que lo espera desnudo en la cama.

--ahora no.

Juan Cruz no pide, ordena.

--¡¡si quieres seguir viviendo de mi dinero¡ ¡¡ves ahora¡

--¿y qué quieres que haga?

--¡¡no sé. Lo que se te ocurra¡¡

Adrián agarra sus jeans. Mira a su compañera con pena mientras le dice:

--me tengo que ir.

Félix está acercando a Pablo hasta la oficina.

--¿salimos luego?

--Si claro.

--a qué hora?

--No sé. Tengo que ir a ver a mi hermano. Quedamos en ir juntos a tomar algo ¿porqué no vienes conmigo? y así de pasó conoces a mi hermano. Me gustaría mucho que te llevaras bien con él.

--si claro. Voy con gusto. Conoceré a tu hermano.

La pareja se muestra muy sonriente.