macizos

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lunes, 7 de mayo de 2012

Capítulo 21




Mariana sufre al pensar que el hombre que ella ama está sufriendo por amor, le gustaría que lo dejara amarlo. Félix se levanta. De espaldas a su amiga para que no lo vea llorar.
--si, lo amo ¡¡me engañó¡ --dice abatido.
Mariana abraza a su amigo por la espalda. Se estremece al sentirlo tan suyo. Félix agradece ese abrazo que él cree fraternal. No imagina lo que Mariana lo está amando. Mariana sufre por la angustia de su amigo pero disfruta de poder tocarlo. Acariciarlo. No quisiera que ese momento acabara nunca. Félix está muy alterado. Aunque le hace bien el abrazo de su amiga.
--tal vez debas hablar con él. Aclarar las cosas.
--¡¿¿¿para que me mienta? ¡¡llevo una cornamenta impresionante y yo de burro seguro que me mirará con esa cara  de ángel que yo lo voy a creer¡¡
Mariana se acerca de nuevo a su amigo. Le seca las lágrimas con todo el amor que tiene para darle:
--y entonces?
Félix se vuelve a levantar.
--¡¡no sé, No sé¡
Va hacia la puerta.
--¡¡necesito que me dé el aire¡
--te acompaño.
Félix mira a Mariana con cariño:
--el auto que me regalaste es una maravilla. Te prometo darte una vuelta pero no hoy. Estaré bien.
Mariana lo mira triste. Lo besa en la mejilla:
--te quiero mucho.
Félix agradece todo ese amor supuestamente de hermana. Pablo se acerca a casa de Félix, se sorprende al verlo entrar en un auto.
--¿¿desde cuándo manejas?
Félix se mete en el auto sin darle importancia:
--desde siempre.
--¡¿¿me engañaste?¡ --dice Pablo como loco.
--igual que tú. --dice Félix dolido.
Pablo no puede pedir explicaciones porque Juan Cruz se acerca a ellos. Al verlo Félix no lo duda. Sale del auto y al grito de "mi amor" lo abraza. Juan se aprovecha y lo besa. Pablo se quiere morir. Alberto está acercándose a la colonia. Félix se muestra muy amoroso con Juan Cruz.
--mi amor ¡¡que ganas de verte¡
Y Juan Cruz le sigue la corriente. Aunque lo que más quiere es hacer rabiar a Pablo también es cierto que Félix es un hombre que le resulta muy apetecible y estaría encantado de tener algo con él. Juan Cruz se agarra al trasero de él. Lo besa en el cuello:
--desde la primera vez que me hiciste tuyo no puedo dejar de pensar en ti.
Félix no esperaba que Juan Cruz le siguiera el juego tan bien pero como se da cuenta que lastima a Pablo no sólo no lo contradice sino que  sigue con lo que han comenzado.
--yo estoy deseando estar contigo de nuevo.
Pablo, furioso, se pone entre ellos:
--¿¡¡entonces sí tienes algo con él?¡
A Félix le molesta mucho que Pablo le reclame pero se traga su rabia. Se muestra indiferente.
--¿es que a caso hay algo entre nosotros? ¿es que te tengo que dar explicaciones?
Pablo está muy furioso. Juan Cruz es la última persona con la que le perdonaría que anduviera. Lo bofetea.
--¡¡eres una basura¡
Félix siente un gran dolor.  Mira a Pablo y cree en él pero entonces recuerda a Adrián y lo odia porque lo cree un falso. Ese rencor que tiene hacia él le da fuerzas para no decir lo que piensa. Su orgullo está demasiado herido y prefiere hacer como el que no pasó nada. Además Juan Cruz es el que dice:
--Pablito, cariño. En realidad entre Félix y yo existe una relación liberal así que sí tú te quieres acostar con él pues no me importa.
Pablo mira a Félix con desprecio. Con decepción. En ese momento la imagen que tenía de él se ha roto definitivamente en mil pedazos. Hasta ese momento aún lo creía el hombre perfecto, el hombre de sus sueños. Ahora lo está detestando por meterse con su gran enemigo. Félix abre la puerta del auto:
--vamos precioso.
Juan Cruz no pierde ocasión de tocar el cuerpo de ese hombre.
--¡contigo a dónde tú quieras¡¡
Pablo se queda ahí viendo como el hombre del que se está enamorando se va con el hombre que tanto odia. Alberto entra en la calle justo en el momento en el que se va su hermano. Ninguno de los dos se ve. Alberto pone su mano en los hombros de Pablo.
--mi amor.
Pablo se gira. Está furioso y a la vez herido. Alberto por un momento piensa que no fue buena idea. Pablo necesita descargar todo el coraje que tiene y lo besa. Besa a Alberto sin besar. Lo besa con una furia a la que él responde con pasión.







En un semáforo, Juan Cruz le pone a Félix la mano en la entrepierna. Lo mira con deseo:
--No quiero que pienses que todo esto lo hago para lastimar a Pablo.
Félix le saca la mano de sus genitales. Lo mira fríamente.
--¿en serio?
Juan Cruz le va poniendo la mano por debajo de la camisa, le pellizca los pezones:
--estoy deseando coger contigo.
Félix está muy molesto con Pablo pero no. Se saca a Juan Cruz de encima:
--No soy una bestia que se deja llevar por los instintos.
Félix se muestra muy brusco y a Juan Cruz le da rabia porque estaba seguro que harían el amor.
--pero tú…
Félix aparca el auto:
--te pido perdón, estaba molesto con Pablo y tú me viniste bien.
Juan Cruz se hace la ofendido:
--¿¿¡me utilizaste?¡
Félix sale del auto:
--bueno tú me seguiste el juego.
--¡¡porqué creía que después te ibas a divertir conmigo¡¡
Félix va hacia el lado del acompañante, le abre la puerta del auto:
--por favor, vete.
Juan Cruz lo mira desafiante:
--¿¿y si no quiero?
Félix se aparta del auto:
--¡¡pues me voy yo¡
Félix camina muy rápido, Juan Cruz corre hacia él.
--¡¡no seas tonto. Pablo te engaña¡ ¡¡Merece que le pagues con la misma moneda¡¡
Félix se para en seco. Se gira, lo mira molesto:
--¿y tú como sabes que Pablo tiene a otro?
Juan Cruz no se esperaba esa pregunta. Se nota su desconcierto. Félix lo mira molesto. Piensa en el dolor de Pablo. Todo tiene que tener una explicación.
--bueno, Adrián es mi hermano. Él me contó.
Juan Cruz ha pensando su respuesta demasiado. Félix sabe que Pablo odia a Juan Cruz y se siente mal por haber desconfiado de él.
--¿¿¡como va a tener algo con el hermano de su peor enemigo?  --se reprocha molesto aunque sin hablar.
Agarra del brazo a Juan Cruz:
--¡¡no será que tú planeaste esto para romper nuestra relación¡?
Félix se muestra molesto y Juan Cruz se hace el ofendido:
--¡¡claro que no¡ ¡¡como se te ocurre¡¡
Félix está muy alterado. Está seguro que ha sido injusto con Pablo y siente rabia por eso.
--¡¡porqué sé que Pablo te odia y jamás tendría nada con tu hermano¡
--¡¡lo reconozco yo le pagué para que lo sedujera y él cayó¡ ¡¡a lo mejor ahora se arrepiente pero se acostaron juntos¡
Félix no puede creer en un hombre que miente con tanta facilidad y se lo acaba de demostrar siguiéndole el juego ante Pablo:
--En realidad fui un tonto al enfadarme. Porque entre Pablo y yo no aún hay nada. Él es libre de estar con quien quiera. Almenos hasta que yo le diga que lo amo.

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