capitulo 8

Pablo también ha quedado muy impactado por el beso pero no lo quiere aceptar. Siente rabia.
--¡¡maldito, maldito¡
Piensa en su sueño, en que en el fondo le hubiera gustado que él fuera el hombre de sus sueños. Le duele mucho que Juan Cruz haya roto su ilusión cuando recién comenzaba. En su departamento, se desahoga con Mariano. Le habla mil pestes tanto de Juan Cruz como de Félix.
--¡vaya, no pensé que estuvieras tan enamorado de Félix¡ ¡¡te lo dije. Los sueños nunca fallan¡
--¡¡Es un cretino. Hasta se dio el lujo de besarme a la fuerza¡ --le dice Pablo enfadado.
--¿y a poco no te gustó? --le dice Mariano con ironía.
--¡¡fue asqueroso¡
Pero Mariano conoce a su amigo y sabe que Félix le gusta y mucho. Pablo está muy molesto. Además le molesta que Mariano diga que le gusta Félix.
--¿porqué te niegas a la realidad? Vas a ser muy feliz con Félix.
--¿con Juan Cruz de por medio?
--¡Venga, Félix no tiene nada que ver con Martín¡ ¡¡Si él hubiera tenido algo con Juan Cruz no te habrías enterado. Yo estoy seguro que eso es un truco de ese cabrón para separarte de Félix¡
--es imposible. ¿¿cómo iba a saberlo?
--No sé. De ese a mí no me sorprende nada.



Mientras Juan Cruz está siguiendo con su plan. Envenenar a Alberto. Éste se sorprende al recibir la visita del amante oficial de su hermano.
--¿qué haces acá? Ya sabes que a mi padre no le gusta verte.
--No seas malo que vengo a hacerte un favor. Si a Martín no le importa tu felicidad a mí sí, yo no quiero que te hagan daño.
--¿de qué hablas?¿y qué tiene que ver Martín con tu visita?
--Traté de hablar con él para que no se rieran de ti pero veo que no te dijo nada.
A Alberto no le cae bien Juan Cruz. Es el enemigo número uno de Pablo y sabe que a él no le gustaría saber que se ven.
--No tengo todo el día si no me tienes que decir nada importante.
Alberto se iba a retirar pero Juan Cruz le dice:
--¿ya sabes que Pablo tiene un amante?
Alberto se gira y mira a Juan Cruz con el rostro desencajado por la rabia:
--¿¿qué dijiste?
Juan Cruz sonríe victorioso:
--sabía que te iba a interesar.
Alberto está como loco. Lo zarandea:
--¿¿¿qué invento es esto?
--Ningún invento. Se pasea del brazo de un chico que se ve mucho más joven que él ¡¡Los vi entrar en un hotel¡
Alberto no se controla. Va hacia la calle.
--¡¡maldito, maldito¡
A Juan Cruz le cuesta mucho seguir su paso:
--¡juntos los podemos separar¡
Alberto se gira y le dice:
--¡¡no quiero saber nada con un intrigante como tú¡
Y se va en su auto. Juan Cruz se queda furioso. Martín se acerca a él burlón:
--Alberto es noble. No va a entrar en tu juego. Olvida a Pablo. Él es mejor que tú.
Juan Cruz se pone como loco:
--¡¡en la cama no me decías esto¡
--en la cama no, tú eres una guarrilla y él llegó a mi virgen --dice burlón.
Juan Cruz se queda furioso. Que Pablo no sea feliz con ese chico tan guapo que lo rechazó se ha convertido en algo personal para él.


Martín va a tomarse una copa. Ve a su padre muy afectado leyendo una carta.
--¿de quién es?
Enrique tiene lágrimas en los ojos.
--de María Encarnación.
Martín arranca la carta de las manos de su padre.
--Esa es la ramera que le hizo la vida imposible a mi madre¡
Enrique se levanta y mira a su hijo fijamente.
--Acaba de morir y no quiero que no le faltes al respecto, tuvo un hijo mío y lo voy a reconocer.
Saber que tiene un hermano molesta a Martín:
--¡¡ese bastardo no entrará nunca en mi familia¡ ¿¿no te das cuenta que esa zorra te está engañando??
Enrique bofetea a su hijo.

Mariano trata que Pablo le dé una oportunidad a Félix.
--¡no dejes que Juan Cruz se salga con la suya¡
--¡no podemos estar seguros que sea un truco de él¡
--¡yo sí estoy seguro¡
--Yo no --dice Pablo abatido-- y no estoy dispuesto a sufrir de nuevo por amor. Es mejor apartarlo de mi vida ahora que la cosa no comenzó.
--pero es que tienes tanto que ganar.
--y que perder --dice con amargura.
--Ese chico no. No te hará sufrir.
Pablo quisiera estar seguro de eso pero no lo está.
--No lo volveré a ver, dejaré el trabajo. Félix no es para mí.
--¡¡es una locura, no lo hagas¡ ¡¡Lucha por tu vida. Por tu felicidad¡
--y si es necesario me iré de la ciudad.
Los dos amigos discuten durante un largo rato. Alberto toca a la puerta.
--¡¡Abre, Pablo¡
Los dos amigos se quedan confundidos por la agresividad de él.
--¿y a este que le pasó?
--hermano de Martín. Llevan la maldad en la sangre. No se puede esperar nada bueno de esa sangre --dice Pablo con rabia.
--Por eso Félix es el hombre ideal para ti --dice Mariano con una sonrisa.
Pablo fulmina con la mirada a su amigo. No le dice nada. Se acerca a la puerta.
--¡¡no te voy a abrir¡
Alberto no deja de golpear la puerta.
--¡¡estás con él¡ ¡¡¿no? ¡¡yo sé que me engañas, que tienes un amante más joven que tú¡
Pablo y Mariano se miran sorprendidos. Pese a que Mariano es ahora el que no quiere que abra a Alberto, Pablo lo abre. Alberto entra como loco y busca al amante de su "novio".
--¿¿donde está? ¿¿¿donde está?¡
--no sé de qué me hablas.
--¡¡sé que tienes un amante. Te vieron en un hotel con él¡
Alberto agarra del brazo a Pablo:
--¿¿con quién me engañas?
Pablo entonces se da cuenta que Félix sí era inocente:
--Juan Cruz, él te dijo.
--¡¡si, no me lo vayas a negar¡
--No, es verdad. Tengo un amante y es más joven que yo. ¡Nos va muy bien en la cama¡
Alberto sufre un fuerte shock:
--¿¿porqué me engañas?
Pablo ahora sólo piensa en Félix:
--nunca entendiste que no significas nada para mi.
Alberto le agarra a la fuerza:
--¡¡eres mío. Eres mío¡
Pablo lo tumba de una patada en los genitales, Mariano saca a Alberto del departamento y cierra la puerta.
--creo que le debes una disculpa a Félix –Mariano a Pablo.
El corazón de Pablo late con fuerza.

Félix está en la habitación del hotel. Tocan a la puerta. Va a abrir en bóxers.
--¿tú? --pregunta sorprendido.